El fútbol no es una cuestión de vida o muerte, sino de prozacs y tranxiliums. El arranque de la frase es de Bill Shankly. El final también es made in England. A una casa de apuestas británica se le ocurrió patrocinar un estudio, Football Fever Report, sobre cuáles eran los seguidores más deprimidos de Gran Bretaña. Analizaron 92 clubs y, en lo alto del podio de los desquiciados, quedó un equipo con solera y una horrible camiseta para los partidos fuera de casa jugar fuera (azul y marrón): el Notts County FC.
Jodidos, arruinados, megadescendidos (League Two, equivalente a Cuarta División española), el Notts tiene el egravante de ser el segundo club más antiguo del mundo (1862, ni en eso pudieron ganar), tras el Sheffield FC. Con lo que humilla pasar hambre cuando se ha sido noble...
Los sociólogos se lo tomaron en serio y elaboraron una serie de variables objetivas: descensos, playoffs perdidos, tandas de penaltis cascadas, cambios de propietarios y otras varias. Y no podía ganar otro. El Notts County está en cuarta división, ha tenido 37 entrenadores diferentes desde 1945 y ha cambiado 29 veces de categoría, la última, en 2004, cuando bajaron de nuevo un peldaño. Los chicos terminaron el año pasado en una poco honrosa 19ª posición y rozaron el enésimo descenso.
El Wimbledon FC y el Carlisle United estuvieron a punto de robarle el título de peor club para un aficionado al fútbol. Al final, un criterio se impuso: con un siglo y medio de existencia, el número de depresiones de los tiffosi del Notts ha sido infinitamente superior al del resto.
Bautizó a la Juve
A veces lo intentan. Hace un par de años, arrancaron como un vendaval, ganando sus primeros siete partidos. Ya se hablaba de ascenso. Perdieron los siguientes catorce y se salvaron en el último partido (algunos dirán que por una vez tuvieron suerte). Cosas del Notts.
Por tener, ha tenido hasta su guiño español, con aquel ex entrenador del Ath. Bilbao de infinitos mofletes rojos, Howard Kendall, y un lateral que cubre perfectamente el pasillo... de la enfermería del Espanyol, Steve Finnan.
Los supersticiosos de base creen que es el mal fario del traje de casa (no el feo, el otro), a rayas verticales blancas y negras, exactamente igual que el del otro patito feo de las islas: el Newcastle (con el que aparte de zamarra ha compartido hasta entrenador, Sam Allardyce).
A mí la tesis no me convence. No son las rayas. El Notts es un club maldito. Y punto. Y si teníais dudas, os las quitará esta anécdota: en 1903, un tipo de Notthingham y magpie hasta la médula, hizo llegar a la Juventus un juego de camisetas de su equipo del alma y así decidió sus colores históricos la Vecchia Signora, el club con más potra del mundo.
¿Será el mote?
Los supersticiosos avanzados también le echan la culpa del anatema al Newcastle, por el mote que ambos comparten: magpies (urracas) pájaro de mal agüero donde los haya. No hay variables objetivas sobre la cuestión, pero siglo y medio jodido todos los domingos por la tarde dan para una barbaridad de hipótesis.
Los resignados y deprimidos seguidores del Notts están excitados últimamente. Les ha comprado un consorcio suizo, Munto, financiado a su vez por un grupo de Dubai: el Al Thani Investment Group. Ya, el tema suena fatal.El caso es que el millonario con chilaba de turno, en este caso Abdulá Bin Saeed Al Thani, ha comprado el Notts y nombrado a Sven Goran Eriksson --ex entrenador al frente de la Lazio, ex monigote público al frente de Inglaterra, y ex pegote desahuciado al frente de México-- como director deportivo.
Eriksson se puso la bufanda y prometió devolver la gloria perdida al equipo, volver a la Premier, romper el complejo de Sísifo... Y no estaba subido a un cajón en el Speaker's corner. Al menos, no todavía.
En las farmacias de Nottingham se va a acabar el Prozac...